Paul Morrison ha vuelto a Punto de Encuentro, sección en la que presentó 'Wondrous Oblivión' en el 2003, con una coproducción de España y el Reino Unido que reconstruye la convivencia de Salvador Dalí, Luis Buñuel y Federico García Lorca en la Residencia de Estudiantes de Madrid en los años veinte. Para ello, además de numerosos asesoramientos históricos y la colaboración de las fundaciones dedicadas a conservar la obra de los tres, ha contado con las declaraciones del pintor, quien sólo al final de su vida habló de lo que fueron aquellos tiempos.
Precisamente Dalí -que hizo con Buñuel 'Un perro andaluz'- es el único de los tres que no sólo se consideraba un genio -que lo era-, sino que estaba empeñado en demostrarlo con los hechos, las palabras y la apariencia. También fue quien supo olvidar las ideas revolucionarias juveniles y adaptarse a las fascistas que recorrían la Europa de los treinta. Por eso, es lógico que olvidará sus relaciones sentimentales con Lorca, si es que de verdad existieron, como muchas publicaciones han asegurado.
La película, que fue muy aplaudida, se centra en esas relaciones y sólo cuando rompen, en 1928, empieza a seguir a Lorca hasta culminar en 1936 con el último y frustrado encuentro de los dos. Es entonces cuando la situación política, que ha sido un mero telón de fondo, cobra el inevitable protagonismo.
Morrison reconoció en el encuentro con el público que ha sido una «experiencia difícil entrar en otra cultura a través de personajes tan famosos». Sin embargo, ha conseguido la difícil meta de todo cineasta, emocionar a los espectadores con su película. Y todo ello a pesar de algunos errores históricos -como la detención de Lorca en su casa- y de una mezcla linguística a veces difícil de seguir, ya que la versión es inglesa pero los poemas se recitan en español con una voz en 'off' que los traduce.
Otro acierto de la película es reducir la ambientación a lo esencial, para centrarse en los personajes . Y, sobre todo, la elección de los intérpretes, desde Robert Pattinson como Dalí a Matthew MacNulty, Buñuel. Destaca especialmente el debutante Javier Beltrán, quien hace un impresionante Lorca, capaz de madurar y transformarse en ocho años.
Fuente: Norte Castilla.es
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